Si tu piel es normal, utiliza una crema ligera que hidrate tu cuerpo sin sobrecargarlo en exceso.
Si tienes una piel grasa usa un exfoliante dos o tres veces a la semana. Es importante que la crema hidratante que utilices no contenga aceites y así evitarás el exceso de brillos. Para el rostro, las mascarillas con barro y/o arcilla absorben el exceso de grasa y suciedad, reduciendo el poro y ayudando a mantener tu piel siempre limpia. Por último procura evitar las pastillas de jabón, ya que estos productos estimulan la aparición de zonas grasas y exceso de sebo.
Para pieles secas, procura comprar una hidratante indicada y aplícala dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche. Usa exfoliante una vez por semana y aplica siempre en tu rostro una crema con factor de protección solar, para evitar que tu piel se reseque con mayor facilidad.
Las pieles sensibles, tienen que tener mucho cuidado con los productos que contieneingredientes químicos o abrasivos, ya que pueden dañar tu piel. Lo mejor es que pruebes siempre el producto previamente en tu muñeca, para ver la reacción que te produce. Aplica siempre una crema hidratante para pieles sensibles y utiliza factor de protección para protegerla en todo momento.
Por último tenemos las pieles mixtas, posiblemente las más comunes. Ten cuidado en usar productos que puedan secar tu piel y siempre aplica un limpiador facial antes de utilizar la crema hidratante y aplicar tus productos de maquillaje favoritos.
La piel es el reflejo de nuestra apariencia y si no la cuidamos, tendremos un aspecto descuidado, poco sano y en muchos casos pareceremos más mayores de lo que somos. ¡Cuida y protege tu piel. Mantén siempre su firmeza y elasticidad!
Tips y consejos para cuidarte la piel
- Evita tocarte la cara con las manos o apoyarla en objetos que tienden a acumular sebo y residuos de la piel, como el auricular del teléfono. Al tocarte la cara, puedes dispersar por ella las bacterias que hacen que los poros se inflamen e irriten. Para mantener las bacterias a raya, lávate bien las manos antes de aplicarte cualquier producto en la cara, como cremas de tratamiento o maquillaje.
- Si llevas gafas graduadas y/o de sol, asegúrate de limpiarlas a menudo para evitar que la grasa obture los poros que tienes alrededor de los ojos y la nariz.
- Si tienes acné en otra parte de cuerpo, evita llevar prendas ajustadas, que no permiten que la piel respire y pueden provocar irritación. Las bufandas, binchas, cintas para el pelo y gorros también tienden a acumular grasa y suciedad.
- Desmaquíllate antes de acostarte por la noche. Cuando compres maquillaje, elige aquellos productos en cuya etiqueta o envoltorio ponga que son “no comedogénicos” o “no acnegénicos”. Tira el maquillaje viejo que huela o tenga un aspecto diferente a cuando lo compraste.
- Lleva el pelo limpio y evita que te entre en contacto con el rostro para que la grasa y la suciedad que contiene no te obture todavía más los poros de la piel.
- Protégete la piel del sol. Puede parecer que el bronceado disimula el acné, pero solo se trata de algo temporal. El bronceado puede empeorar el acné, en vez de mejorarlo. El sol también provoca lesiones en la piel que, a la larga, favorecen la aparición de arrugas e incrementan el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
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